Un equipo de Panamericana Televisión recorrió los poblados de Chocas en Carabayllo, Yangas, Zapán, Magadalena, Chekta y Santa Rosa en Canta y pudo observar pistas destruidas con restos de las avalanchas de rocas, a causa del último desborde del río Canta.
Como se recuerda, en julio del 2016, 79 kilómetros de la carretera Lima-Canta fueron rehabilitados durante el Gobierno del presidente Ollanta Humala.
Sin embargo, a la altura del kilómetro 35 de esta autopista, existe una vía afectada por un enorme forado provocado por la erosión del caudal del río, que se llevó un buen tramo.
Es necesario precisar que cerca de 15 metros de pistas desaparecieron el año pasado, por lo que ahora los pobladores han colocado rocas y baldes ante la falta de señalización.
Lo mismo sucede en el centro poblado Magdalena y Santa Rosa de Quives, donde el río también ha causado destrozos, en tres tramos de la carretera.
Además, gran parte del kilómetro 65 y medio de la tan importante vía nacional carece de iluminación pública, lo que dificulta la conducción de un vehículo durante la noche.
Cabe señalar que al lado de esta vía nacional a cargo del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) se ubica un campamento encargado de la construcción de esta vía. Uno de los miembros de este consorcio integrado también por la cuestionada empresa brasileña OAS, señaló que están encargados de la construcción, más no del mantenimiento.
