En el distrito de San Martín de Porres se demolieron casi diez viviendas que terminaron colapsando por la erosión del terreno, producto del incremento del caudal del río Rímac. Asimismo, se colocaron piedras para encausar el torrente con ayuda de maquinaria pesada.
Por su parte, los damnificados se mostraron fastidiados porque consideraron que esa acción debió haberse realizado con anticipación para evitar desgracias. “No había mantenimiento, nosotros en enero hemos caminado a la municipalidad y el alcalde dijo hasta que baje el cauce”, indicaron.
Un equipo de 24 Horas logró conversar con un representante del municipio de San Martín de Porres sobre la queja de los vecinos. “La margen derecha del río no es habitable, es un relleno sanitario. Con respecto a los trabajos, estamos gestionando el enrocamiento. La ejecución de obras se hace anticipadamente, pero ya se tomó la decisión que es lo más importante”, manifestó Miriam Cruz, gerente de Defensa Civil de la comuna.