Miles de iraníes exigieron a viva voz vengar la muerte del general Qasem Soleimani. Los furiosos ciudadanos quemaron la bandera norteamericana gritando “muerte a los Estados Unidos”.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, declaró tres días de duelo nacional, visitó la familia de Soleimani y dijo que la venganza será dura.
El ministro de Relaciones Exteriores, Mohammad Javad Zarif, consideró que el ataque supone una escalada de tensión extremadamente peligrosa e imprudente.
Las manifestaciones contra el país del ‘Tío Sam’ se expandieron hasta Pakistán, Líbano y otros países. Pero en Irak, el epicentro del conflicto, el panorama es distinto, pues un grupo de manifestantes bailó para celebrar la muerte del general iraní, otros mostraron su preocupación por las consecuencias.