Menos de tres meses del estallido del escándalo ucraniano, la Cámara de Representantes de Estados Unidos, controlada por la oposición demócrata, aprobó acusar a Donald Trump por abuso de poder y obstrucción del Congreso.
De esta manera, la Cámara baja convirtió a Trump en el tercer mandatario en la historia de los Estados Unidos en ser llevado a juicio político, los anteriores fueron Bill Clinton en 1998 y Andrew Jonhson en 1868.
Al menos 230 legisladores de la Cámara de Representantes votaron a favor de aprobar un proceso político. Ahora, el juicio queda en manos del Senado, donde se necesitaría la aprobación de al menos dos tercios de los miembros para destituirlo, si es encontrado culpable.
Una situación poco probable, pues el control de esta cámara está en manos de los republicanos, el partido de Trump. En tanto, el mandatario, lejos de preocuparse, se mostró confiado en salir bien del proceso. “El país está mejor que nunca. No hicimos nada malo. Y tenemos un gran apoyo en el Partido Republicano. Como nunca antes lo hemos tenido.”, indicó.
