Once muertos, entre ellos un ciudadano peruano, un centenar de heridos y más de dos mil detenidos, son las cifras que hasta ahora reflejan el caos y violencia que reina en Chile.
Los manifestantes permanecen en las calles incluso tras el nuevo toque de queda que se decretó para la región metropolitana, Antofagasta, Iquique, Rancagua, Puerto Mont y otros sectores.
Durante los enfrentamientos se observaron actos de represión, saqueos a supermercados y otros negocios, además como incendios a importantes empresas y servicios públicos como trenes.
Estos hechos acabaron en decenas de detenciones. La agitación social se extendió incluso fuera del país, pues en Francia y Argentina, se realizaron manifestaciones contra la represión en Chile.
Las violentas manifestaciones en Argentina dejaron a 8 argentinos y un chileno detenidos.