El empleado de una gasolinera en Illinois fue despedido de su centro de trabajo, luego de convertirse en protagonista de un acto racista contra dos mujeres hispanas a quienes pidió que se “regresen a su país”.
Las víctimas eran parte de un grupo de jóvenes que habían llegado a Estado Unidos de paseo. Ante esta situación ellas no dudaron en mostrar su indignación por la discriminación y amedrentamientos por parte de este sujeto.
En tanto familiares de las agraviadas también expresaron su malestar y culparon al presidente estadounidense, Donald Trump, por incitar al racismo con sus últimas medidas migratorias.