En la frontera de Estados Unidos y Tijuana, algunos migrantes intentaron pasar la vaya en su primera noche del año. Sin embargo, fueron reprimidos con gases lacrimógenos.
El grupo de unos 150 inmigrantes de la caravana quiso saltar la valla, pero los guardias fronterizos estaban a la espera. Los agentes señalaron que lo hicieron en defensa propia. Los centroamericanos negaron que los hayan atacado.
De acuerdo a la organización Proyecto Migrantes Perdidos, solo en 2018, 400 migrantes indocumentados murieron al intentar cruzar la frontera de manera ilegal.