Rusia anunció hoy que expulsó a 60 diplomáticos estadounidenses y ordenó el cierre del consulado de Estados Unidos en San Petersburgo. Los empleados invitados a retirarse deberán abandonar el país, antes del 5 de abril.
Es la respuesta de Moscú a la expulsión por parte de Washington y de otros países de la Unión Europea, de más de 150 diplomáticos rusos afincados en sus territorios, como represalia por el intento de asesinato de un exespía ruso y de su hija a principios de mes en el Reino Unido.
El Ministerio de Exteriores ruso ha precisado que 58 trabajadores de la Embajada en Moscú de EEUU y dos diplomáticos del consulado general de ese país en Ekaterimburgo han sido declarados personas non grata.
Skripal, exespía ruso que se convirtió en agente doble al servicio secreto del MI6 —inteligencia británica— fue detenido y condenado en Rusia a mediados de la década pasada.
Tras su liberación, en 2010, recibió refugio en Reino Unido y se instaló en Salisbury. En esta localidad británica, él y su hija Yulia, de 66 y 33 años respectivamente, fueron hallados inconscientes el pasado 4 de marzo en un banco.
Los investigadores británicos han determinado que fueron envenenados con un gas nervioso en un ataque que, según las conclusiones del Gobierno británico, es "altamente probable" que ordenara Rusia.
Moscú niega rotundamente las acusaciones y exige participar en la investigación de lo ocurrido. Skripal y su hija continúan ingresados en el hospital. Ella "mejora rápidamente y su condición ya no es crítica".
