Un ciclón extratropical azotó varias ciudades en Uruguay. Los vientos huracanados de más de 100 km/h empujaron la marea hacia la costa, inundando edificios, causando graves destrozos y dejando heridos.
El edificio Bonaire fue uno de los más afectados, ya que la fuerza del agua destruyó sus lunas, removió objetos y sembró el pánico. Dos trabajadores quedaron heridos. Otras edificaciones no se salvaron y también sufrieron los estragos que trajo el temporal.
Las autoridades reportaron, además, la caída de algunos árboles y el corte del suministro eléctrico. Alrededor de 33 personas tuvieron que ser evacuadas y los puertos cerrados temporalmente como medida de precaución.