Alerta en Nuevo México por un gigantesco incendio forestal que amenaza con extenderse. Las llamas avivadas por los fuertes vientos y las altas temperaturas han arrasado con más de 6000 hectáreas y a obligado la evacuación de varias familias de pueblos cercanos al área del siniestro.
Más de 600 bomberos se encuentran luchando sin descanso contra el incendio, junto a un convoy de seis camiones cisterna y helicópteros que lanzan agua y retardante de llamas sobre la zona. California y Arizona viven una situación similar, además de las evacuaciones, el incendio ha obligado el cierre de las principales carreteras, dejando incluso varios pueblos aislados.
Las llamas ya han destruido varias viviendas y edificaciones en el lugar, aumentando así la preocupación de las autoridades locales. El servicio meteorológico estadounidense alertó que el clima seco y caliente en el sureste del país complicaría las labores de los bomberos.
Expertos sospechan que muchos de estos incendios habrían sido provocados.
